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Sábado 27 de Abril del año 2024
Medioambiente | 9 de julio de 2023 Inicio
OPINIÓN

Planificación ambiental estratégica en Mar Chiquita

Una mirada puesta en todo el partido y en un período adecuado a lo estratégico.

Una mirada puesta en todo el partido y en un período adecuado a lo estratégico.

Esta columna, la primera para ciudadanoagro.com.ar, está escrita desde dos lugares que pretenden conjugarse. El del ciudadano en general (si existiera esa categoría) y el del profesional ambiental. Con una mirada puesta en todo el partido y en un período adecuado a lo estratégico, que al mismo tiempo abarque su gran extensión y la diversidad de situaciones, conflictos y oportunidades que encierra este territorio.

Pretencioso el columnista. Y sí, hay que pensar en grande. Sabemos que la gestión es difícil. Pero también es sabemos que si no hay esa integración, esa planificación a largo plazo, cada logro corre el riesgo de perder impacto y muchos pendientes, pueden quedar en eso, simplemente porque no los vemos.

Ejes de la gestión ambiental

El municipio participa en la gestión de la reserva Parque Atlántico Mar Chiquita y las reservas forestales. Además, es autoridad de aplicación de la normativa que regula la distancia desde los barrios a la cual se fumiga con biocidas y la distancia mínima desde la línea de costa para la construcción. También controla el cumplimiento de la gestión ambiental de la pavimentación de caminos, bacheo y cualquier obra que pueda generar impactos ambientales negativos.

Parte de lo que vemos cotidianamente son también servicios como la recolección de residuos, el sistema de desagüe pluvial, la gestión de aguas residuales en casas y edificios residenciales, comerciales e industriales; la poda; el mantenimiento de parques, plazas y lotes de terrenos deshabitados.

Es que lo ambiental tiene que ver con todo esto y más; en definitiva el ambiente es dónde vivimos y cómo vivimos. Es multidimensional. Y sobre todo en un lugar cómo éste, que incluye el campo, las reservas y la costa. Todo atravesado por la actividad turística. El recurso turístico nos abre cuestiones y desarrollos a encarar. Se me ocurren algunos, la lista no es definitiva:

- Construir una identidad como partido con valores de respeto y cuidado ambiental. Además de la actitud de cada habitante, del reconocerse como integrantes de una comunidad de personas que o han nacido en la zona o han elegido más tarde este lugar en el mundo, está la planificación urbana. La zona costera de Mar Chiquita tiene mucho potencial turístico, entonces pregunto: ¿No será conveniente darle una fisonomía amigable con lo ambiental, en lugar de cubrir todo lo que se pueda con asfalto y cemento? Como destino turístico, esto es muy valorado hoy.

- Trabajar en la educación en valores de respeto y cuidado del patrimonio natural y cultural del partido. En esa construcción de identidad que nombraba antes no tiene porqué haber una hegemonía de la zona de playas, apuntemos a la integración mediterráneo-costa-reserva.

- En la planificación de los espacios públicos se podría incluir la comunicación de las características de los ambientes visitados a través de técnicas de interpretación ambiental.

- Las fiestas regionales son una gran idea. ¿Pero, están integradas en un calendario consistente y estable? ¿Se planifican como parte de la obra pública los espacios destinados al desarrollo de cada uno de estos eventos? Una planificación adecuada de los tiempos y los espacios puede asegurar el disfrute de residentes y turistas, que seguramente volverán si se sienten a gusto.

Ciudadanía ambiental

La propuesta es que avancemos en la concientización ambiental. Crear conciencia y que nuestro partido tenga un perfil ambiental. En ese camino será importante el diálogo entre vecinos y entre la comunidad y autoridades del municipio. La participación pública y a veces los reclamos y denuncias ambientales, motoriza cambios para el bienestar común.

Vaya un párrafo aparte relacionado con la producción agropecuaria, aunque es trasladable a empresas de diversos sectores. La gestión debe apuntar a crear conciencia y compromiso por parte del sector agrícola, avícola, apícola, ganadero. Dado que el empresariado se beneficia para sus procesos productivos de determinados servicios ecosistémicos, es pertinente que también participen de su cuidado; es decir es necesario cambiar el paradigma. Pasar del uso (como término que podemos asociar a un extractivismo sin planificación) a una gestión racional, consensuada y comprometida con los ambientes que soportan nuestra vida.

Por: Mag. Conrado Dávila

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