la ganadería vuelve a marcar el pulso del ánimo económico argentino
En medio de un escenario de volatilidad política y financiera, la invernada emerge como refugio de valor, sostenida por una demanda firme y expectativas de precios altos para la carne en los próximos meses. Según el último remate mensual del ROSGAN los valores del ternero -tanto machos como hembras- registraron subas de entre el 5% y el 8% frente a septiembre, llevando el Índice Ternero a $4.537 por kilo, un 8,1% más que el mes anterior y 47,9% más en lo que va del año. En términos reales, ajustados por inflación, se trata del tercer valor más alto de los últimos 15 años, solo superado por los picos de diciembre de 2015 y diciembre de 2021, ambos momentos atravesados por fuerte tensión política y cambiaria.
Pero no todo se explica por la coyuntura electoral. Los meses de septiembre a diciembre suelen exhibir precios más firmes para la invernada, en parte por la retracción de la oferta de terneros que ocurre tras los meses de mayor salida de hacienda. Históricamente, este tramo del año muestra cotizaciones entre 2 y 7 puntos por encima del promedio anual. Tomando como base los valores del primer trimestre de 2025 -$3.680 por kilo en pesos constantes-, los precios actuales implican una prima del 18% por encima del patrón histórico, lo que evidencia que el mercado no solo busca cobertura frente a la incertidumbre, sino también capitalizar un ciclo ganadero favorable.
En ese sentido, el interés por la invernada responde a una visión estratégica más que defensiva. Aunque la expectativa de una eventual suba del tipo de cambio sigue latente, el atractivo actual proviene del propio negocio: los productores que invierten en terneros buscan posicionarse ante un ciclo de carne que se proyecta con buenos márgenes y menor oferta futura. A diferencia de otros momentos -como en 2019 o 2023- cuando la hacienda fue refugio financiero incluso para inversores externos al sector, hoy el mercado ganadero se sostiene en fundamentos productivos y en una demanda real, tanto interna como externa.
Los márgenes proyectados, la escasez relativa de carne y la recuperación de la demanda configuran un escenario que vuelve atractivo apostar a la hacienda. En definitiva, el movimiento actual de precios es una señal de confianza del mercado: la ganadería argentina se adelanta a los ciclos políticos y económicos, mostrando que el negocio de la carne vuelve a ofrecer más certezas que dudas.
Por: Redacción