Ante el cumpleaños número 25 de la Semana Mundial del Huevo, que se celebra del 4 al 8 de octubre, Javier Prida, presidente de la Cámara Argentina de Productores Avícolas (CAPIA), dijo que “en los últimos 10 años, el consumo de huevos a nivel global creció a razón de 35 unidades más por año por persona, pero en Argentina fue exponencial, de casi 100 unidades. Por eso estamos en el top five de países consumidores detrás de México, Japón, Rusia y Colombia”, hace 25 años los argentinos comían un promedio de 129 huevos per cápita al año, hoy el consumo ronda las 305 unidades. De acuerdo con los números de CAPIA, esta año además se está registrando un saldo de las ventas al extranjero, que pasaron del 1,6% al 3,5% de la producción total. Según Prida, se espera llegar pronto al 8%, que fue lo que se pudo exportar entre 2011 y 2013.

Con estas cifras que la industria del huevo celebra y en la Cámara Argentina de Productores Avícolas, la encargada de liderar las acciones de esta celebración en la Argentina, señalan que estos logros son consecuencia de un trabajo que incluyó tanto un esfuerzo productivo como de promoción de los atributos de este alimento entre la población. Según Prida, "La situación es compleja aún: estamos vendiendo huevos a menor precio que el año pasado, con un maiz que subió al 100% y una soja que subió al 120%. Tenemos muchos desequilibrios que corregir, pero confiamos en que se encontraran soluciones", afirmó, para describir el termómetro actual de la industria en la Argentina. Pero también destaca la apertura de mercados que se logró en estos 25 años de trabajo. "La Argentina hace 20 años tenía muy pocos mercados abiertos en el exterior, pero con mucho trabajo y esfuerzo pasamos de 10 a 60 destinos de exportación, y hoy ya somos considerados dentro del grupo de países productores".

En CAPIA señalan que tanto el compromiso de los profesionales de los establecimientos como las máquinas robotizadas que clasifican, pesan empacan y llenan los pallets con las cajas terminadas fueron esenciales para el progreso del sector. También apuntan que losavances sanitarios posibilitados por la vacunación in ovo, con vacunas cuádruples y vectorizadas, empujaron al crecimiento sustentable y a elevar los estándares de bienestar animal.