Cosecha y almacenamiento del maíz afectado por la chicharrita
Especialistas del INTA brindan recomendaciones sobre las diferentes alternativas de almacenamiento, tanto en sistemas tradicionales como en silobolsas
La teoría dice que, para conservar los atributos del maíz durante su
almacenamiento, el grano debe estar seco, frío, limpio y sano, es decir,
con contenido de humedad inferior a 14,5 %, con una temperatura
inferior a 17°C, sin materias extrañas, ni granos partidos, condiciones
con las que no habrá actividad fúngica, a pesar de que los hongos
siempre están presentes. La condición inicial del grano, junto a las
prácticas de manejo y al sistema de almacenamiento utilizado, definirá
el tiempo de almacenamiento seguro. Es decir, el tiempo que puede
almacenarse antes de perder sus atributos de calidad, de acuerdo con su
destino final.
Debido a las condiciones a la que se enfrenta el cereal en esta
campaña (alto porcentaje de lotes afectados y la amplia variedad de
síntomas), un equipo de especialistas del INTA brinda recomendaciones
sobre las diferentes alternativas de almacenamiento, tanto en sistemas
tradicionales como en silobolsas, para minimizar las pérdidas y
conservar la calidad de los granos.
Mauricio Santa Juliana -especialista de INTA Manfredi, Córdoba-
explicó que el achaparramiento del maíz (probablemente combinado con
estreses hídrico y térmico que, en diversas regiones fueron muy
intensos) afectó la presente campaña con síntomas muy variados entre los
que se destacan menor crecimiento, deformación o muerte de las plantas,
así como casos de podredumbre y vuelco, variabilidad en el tamaño de
las espigas, mal granadas, granos desuniformes y presencia de semillas
chuzas -por interrupción del ciclo de crecimiento-.
En muchos casos, sostuvo el especialista, esta diversidad de
situaciones “motiva a que estos lotes deban ser cosechados
anticipadamente, por ende, con mayor contenido de humedad, para evitar
mayores pérdidas por vuelco de plantas”.
“En las condiciones actuales el debilitamiento de tallos y el vuelco
de plantas determinaron en muchos casos el adelantamiento de la cosecha
para disminuir las pérdidas”, explicó Santa Juliana. Y agregó: “Si bien
no es recomendable almacenar grano húmedo en silo bolsa, es una práctica
que se puede realizar por un breve lapso que dependerá de algunos
factores como la calidad y el contenido de humedad del grano al
embolsar, la hermeticidad del silo, la temperatura ambiente durante el
período de almacenamiento y, por último, el contenido de materias
extrañas”.
Qué tener en cuenta para el almacenamiento en silos o celdas convencionales
La humedad y temperatura del grano son los disparadores de la
actividad biológica como hongos, bacterias e insectos, por lo tanto, la
consigna es almacenar grano seco y frío. Se debe tener en cuenta que a
mayor humedad del grano el Tiempo de Almacenaje Seguro (TAS) se reduce.
En caso de almacenar temporalmente grano húmedo en silos
convencionales para posterior secado, Diego de la Torre -especialista en
poscosecha del INTA Balcarce, Buenos Aires- señaló: “Es imprescindible
contar con un sistema de aireación reforzada en el silo con
funcionamiento constante, que permita controlar la temperatura de la
masa granaria”.
“Se podrá acondicionar o hasta secar granos en silo, en función del
caudal de aire entregado por los ventiladores y una correcta
distribución dentro del silo”, explicó de la Torre. Y agregó: “Es
imprescindible conocer el caudal específico del sistema de aireación ya
que este determinará la velocidad del secado de los granos con aire
natural”.
“Es recomendable no llenar a la máxima capacidad los silos con granos
húmedos, de esta forma se incrementa el caudal de aire y mejora el
proceso de aireación”, puntualizó el especialista. Ver infografía al pie de página
Otro de los factores que se deben considerar es el porcentaje de
cuerpos extraños o material fino -como grano partido o de malezas- de
los granos a almacenar, ya que tienden a concentrarse formando una
columna en el centro del granel por donde se dificulta el flujo de
aireación y existen mayores riesgos de proliferación de hongos e
insectos. Esto trae aparejado una pérdida de calidad de los granos
almacenados. Por lo tanto, es imprescindible eliminar estas impurezas
mediante el uso de la prelimpieza.
“Otra práctica que se puede considerar bajo estas circunstancias, es
la mezcla de granos con diferentes humedades, teniendo la precaución de
no mezclar lotes con más de 3 puntos porcentuales de diferencia y que
tengan bajo contenido de materias extrañas”, consideró el experto.
De La Torre concluyó: “Una vez que el grano está seco, está listo
para ser almacenado por un largo período de tiempo”. Y explicó: “Para
minimizar el ataque de insectos hay que tapar y sellar toda abertura del
silo, mantener la temperatura del grano por debajo de 17°C y monitorear
periódicamente la temperatura y realizar aireación de mantenimiento, si
la temperatura registrada excede el valor mencionado”.
Por su parte, Leandro Cardoso -especialista de INTA Balcarce- sostuvo
que el almacenamiento de granos con altos contenido de humedad implica
indefectiblemente una mayor actividad metabólica. “El agua hidrata los
tejidos, favoreciendo una mayor difusión de gases, lo que acelera la
respiración y, por otro lado, se incrementa la Humedad Relativa de
Equilibrio favoreciendo, además, las condiciones para el desarrollo de
hongos e insectos”, explicó.
Almacenamiento de granos húmedos en silobolsa
Santa Juliana repasa los aspectos a considerar en el almacenamiento
de granos húmedos en silobolsas y destaca la elección y preparación del
sitio donde se van a confeccionar las bolsas, la uniformidad de llenado,
la hermeticidad de la bolsa, el control de los granos y el monitoreo
del material embolsado.
“La preparación del terreno es el factor más importante a tener en
cuenta para un buen armado, con terreno firme y parejo, preferentemente
alto para evitar la acumulación de agua de lluvia y con orientación
norte-sur para una mejor irradiación y reducir la migración de la
humedad”, sostiene el experto.
Según el técnico, también es importante evitar las interrupciones
durante el llenado que causan desuniformidad en la bolsa, ya que
expresan mayor acumulación de aire debido a la menor presión de llenado y
facilita luego la condensación de agua por migración -especialmente
cuando se almacenan granos húmedos-.
“El control de calidad debe comenzar antes del llenado de la bolsa,
con la extracción de la mayor cantidad de muestras posible que permitirá
determinar correctamente el contenido de humedad previo al embolsado”,
sostuvo Santa Juliana.
La calidad desuniforme de granos que dejó esta campaña, caracterizada
por una gran variabilidad de contenido de humedad, diferentes
porcentajes de dañado, incidencia de hongos, entre otros factores; e
independientemente del método utilizado para el almacenamiento, es muy
importante tener una alta frecuencia de muestreo, un permanente control y
monitoreo de los granos almacenados. Esto permitirá minimizar los
riesgos y evitar pérdidas de calidad y rentabilidad, como así también
evaluar la conveniencia económica de realizar ciertas prácticas de
manejo.